Mis tiempos son extraños y mi falta de sincronización con
los ritmos que dicta la tecnología me sorprenden con largas ausencias virtuales
que antes de reflexionarlas les creía mas breves.
Recapitulando:
- En marzo fui a la feria del libro de Mérida, Yucatán (FILEY) en las instalaciones del Gran Museo del Mundo Maya, un espacio propicio para que este encuentro crezca en dimensiones y calidad.
- En abril tuve la oportunidad de visitar el Museo Maya deCancún, Quintana Roo. Debía tomar notas para mi libreta de recursos gráficos, la estructura de sus cerámicas y vasijas ayudo, mas los colores de Holbox, las texturas y la manera como invaden terreno la amplitud de sus manglares, etc.
- En mayo estuve por segunda vez en la Feria del libro de Tijuana en el CECUT esta vez junto a otros dos colegas ilustradores. Esas tierras por alguna razón me recuerdan mas que otros sitios, mi quimérica Cuidad de México y me son a la vez una verdadera sacudida a mis estructuras mentales, una extraña sensación de permanencia y decadencia, de contrastes, de amistades que enriquecen y refuerzan mis palpitantes ganas de volver.
Y en junio, el mes que recién se agotó, conocí un
espacio-hotel abierto a recibir residencias artísticas y que, como primer
filtro, definiría como el sueño tangible de un hombre que se ha permitido
crecer mas allá de sus límites corporales y anda en búsqueda de cómplices de
ruta. De eso y desde esa perspectiva es que quiero hablar en lo que resta de este
post: Hotel Casa Mermejita; espacio construido a muy corta distancia de playaMermejita en la privacidad de una loma cubierta por flora y fauna diversa y
endémica que invita a la inmersión, en medio de
un camino rústico que termina por enmarcar y acentuar la sutileza y
sofisticación de la proyección arquitectónica, diseño de Jorge Ramírez.
Esta área, concede a autores (como esta ilustradora), condiciones
para generar un proyecto creativo que se integre con alguna o todas las
producciones previas ahí realizadas, a partir de un eje inicial establecido: la
conceptualización arquitectónica que ha sido proyectada para fluir
armónicamente con el espacio y comunidad que le da cabida, Mazunte, Oaxaca.
Mazunte: comunidad declarada en septiembre del 2015 como
pueblo mágico, es un sitio en la costa Oaxaqueña con claras mezclas culturales;
un ambiente de tranquilidad, áreas de convivencia, relajación y una estética
artesanal mayormente homogénea; playas ideales para el surf, las presentaciones
artísticas de tipo circense, los encuentros espontáneos, las mejores puestas de
sol y eventos anuales cercanos de esos que alimentan el alma como el impactante
desove de tortugas y el festival de jazz; La posibilidad de estar en contacto
continuo con la gente del entorno cierra el cuadro con cadenas de distribución
de un solo punto, es decir, del productor al consumidor, sin o con mínimos
intermediarios.
He cartografiado dos de los tres principales puntos que se
consideraron para el mural, razón de mi residencia: el espacio que le daría
cabida y el entorno mas allá de este, dejo el tercero para este párrafo por ser
quizá la brújula crisol para los elementos finales: el visitante (el personaje
principal de la composición); nacionales y extranjeros atraídos por la zona
pero también en un alto porcentaje con cierta pregnancia y gusto por el diseño,
la arquitectura y la armonía en general, que llegan en busca de un espacio de
ensimismamiento, disfrute y/o deleite señorial y que encuentran en Casa
Mermejita (como un elemento direccionador consiente de emociones, sentimientos
generados a partir de sensaciones) y ahora en el mural en línea con los timbres
armónicos del resto del espacio, propiciando recuerdos diferentes a los que
reciben de otros sitios de alojamiento.
En cuestiones mas técnicas el resultado tras modificarse
varias veces el boceto por desmarcame de caer en una composición meramente
ornamental y pasando a algo mas propio a mi naturaleza gráfica, fue una imagen en gran formato (5.15 x 1.8 m)
que habla de manera simple de la diversidad y a la vez armonía del entorno,
centrando la comunicación y expresividad de la imagen por medio de la figura
humana (dejando áreas de aislamiento marcadas por el mobiliario y objetos
decorativos o soportados por el muro) 4 personajes diferentes, principalmente
en cuanto a gama cromática, comunicados a partir de la cercanía espacial y el
gesto, colocados en un mismo y único primer plano a modo de sugerir una línea
dinámica en dónde se propicia la estética como medio y finalidad y no como
consecuencia. Apoyando la estética y madurez del espacio que le albergará: el
interior de la casa-habitación 60º en un reflejo de la mano, trazo y estilo
propios de la ilustradora que le ha elaborado. Finalmente la paleta cromática
fue tomada de elementos del entorno y las texturas finales trabajadas tras
varias capas consecutivas de acrílicos sobre sellador. Dejo a pie de este post
algunas imágenes del sitio y el proceso de trabajo. El título final "Encuentro"
Gracias a Casa Mermejita, Jorge Ramírez y todo su equipo de
trabajo.
Casa habitación 60º, sitio que alberga el mural.
Sellado y cuadriculado del mural (5.15 x 1.8 mt)
Inicio del trazado del mural
Primeras capas, generación de texturas.
Color base para el fondo.
Mural: "Encuentro"
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