Para mi eso de ver llegar el correo tradicional es como recibir un guiño entre amigos; pequeños tesoros viajando por el mundo, impregnados de viento y aromas lejanos, protegiendo sorpresas y recuerdos. En definitiva, me parece más cálido que un mail o un mensaje de whats. Amo ver la letra escrita a mano, los sellos postales, el papel de las envolturas e imaginar su contenido e historia.
Esto, porque hoy llegó desde Argentina una nueva alegría a Le Yad Studio (Déjenme guardar un poco la sorpresa, prontito se las muestro) y tengo mucho que agradecer a Revista Razones; Juan y Juan (mis amigos Kafkianos) por estos años de amistad y atención.
¡Buen inicio de semana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario