lunes, 26 de septiembre de 2011

Simposio Internacional del Libro Electrónico

Existe el interés en comprender, y ahora, la iniciativa por alcanzar vanguardia, en cuanto al rumbo del libro se refiere. Un primer gran intento fue el pasado “Simposio Internacional del libro electrónico”, el cual pese a las críticas encontradas me ha dejado un buen sabor de boca.

Es claro que el hombre por naturaleza teme a lo desconocido, en respuesta a ello, y por llenar huecos de lo que aún no domina crea escenarios diversos que lo menos, hablaran de transformaciones fantásticas en un mundo irreal, lo conflictivo pues, viene cuando grandes masas susceptibles lo creen.

Amigos el libro no se encuentra en extinción; La tecnología no es un arma diabólica que viene a terminar con nuestra capacidad crítica ni con la cultura. Tan sencillo como que si quieres saber hacia dónde caminas solo analiza los pasos que has venido dando. Aunque sí: Adentrarse a terreno de sembradíos desconocidos, es aprender a arar camino nuevamente.

Es cierto que en México existe un triste rezago en comparación con otros países: No somos una población lectora, aún seguimos luchando por lograr contenidos de calidad y los avances tecnológicos nos han empujado a inducirnos a una carrera aún más compleja, donde lamentablemente no estamos del todo preparados para recibir estos cambios.

Reflexionar sobre el futuro del libro, es considerar el futuro en el presente, conocer, comprender y analizar el soporte que nos sostiene y el entorno que día con día influye y enmarca. La velocidad de la evolución es relativa, dependiendo la mirada que le escudriñe, pero es segura, y se debe estar preparado para reconocerle y saber tomarla y aprovecharla y aún más importante, ser lo suficientemente flexible. Estar dispuesto a soltar paradigmas a cambio de otros nuevos que respondan mejor a las condiciones actuales.

Existe la necesidad de realizar adecuaciones en el ámbito editorial, salir de nuestra burbuja de cómo funciona el medio en lo particular e incluirnos a lo general. Observar, discutir y analizar el objeto (libro) está bien, pero no olvidemos su entorno, hablo de ampliar horizontes y re-conocer un tanto más el panorama dejando de lado el temor del nuevo mercado, comprendiendo el enorme vínculo que tiene más allá de libro, como factor social y en respuesta a necesidades de una generación nueva y acostumbrada a los tablets y las redes sociales.

Actualmente existen oficios que hace 20 años no, y seguirán surgiendo nuevos o modificándose los actuales; Así, el editor aprenderá a manejar nuevo soportes y dar respuesta en base a otros formatos, tiempos y usuarios, incluso replantearse temas: Arquitectura de la información, derechos de autor, cadena de distribución, ética, hackers, etc. Una buena oportunidad para las pequeñas editoriales que a lo largo de la historia han sido por mucho las que marcan la pauta y se arriesgan a experimentar, finalmente también tiene sus grandes ventajas: posibilidad de interacción, ecológicos, inmediatos, diversos, reduce costos y espacio.

No quisiera extenderme más, es claro que el libro aún tiene mucho por decir y como portador de cultura, se encuentra en una etapa de nuevos retos, ya no se compite solo de editorial a editorial, actualmente los e-book, compiten de manera directa en un mercado muy consolidado de video juegos. Paradójicamente yo disfruto tanto con un pincel en la mano y un buen papel en la otra. Pero estoy consciente que no se puede ignorar lo que se tiene enfrente. Finalmente la tecnología es una herramienta de la cual hay que servirse con plena consciencia y sin abusar.

Lo dicho en el Simposio da material de donde cortar; Lo importante es no dejar de debatir por ser fiel a la cultura y creación de conocimiento.

link a las conferencias